La última radiografía realiza en nuestro país sobre la accesibilidad en nuestras edificaciones, ha sido realizada por la Fundación ONCE y tiene por título “Observatorio de la Accesibilidad Universal en la Vivienda en España 2013’ habiendo sido publicado recientemente.
El informe refleja la situación en España y ciertamente es que tras su análisis llegamos a la conclusión de que queda mucho por realizar y grandes barreras a vencer en el camino hacia la accesibilidad universal
Quizá todo el problema radica en cumplir algo tan simple y a la vez tan complejo como son por un lado el artículo 25.1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y por otro el artículo 47 de la Constitución Española.
El primer dato demoledor que presenta este informe es el de el acceso a las zonas comunes de los edificios, pues únicamente el 2% de los edificios disponen de accesibilidad universal, es decir, disponen de videoportero, carecen de escalones previos (o existencia de rampa / plataforma elevadora ) y disponen de una puerta que se pueda utilizar de forma cómoda.
Si seguimos analizando el informe, el siguiente dato aportado también nos deja un fuerte impacto. Cuando se analizan las comunicaciones verticales en los edificios, únicamente el 1,9% reúnen características tales como tener una anchura suficiente en las escaleras con un pavimento conforme a las características del CTE,una iluminación y tiempos de apagados suficiente y la existencia de un ascensor con características de accesibilidad adecuada.
Si en este último punto, nos centramos en el tema de los ascensores, encontramos en que el 73,8 de los edificios de viviendas colectivas tienen ascensor, pero únicamente el 1,9% de los mismos son accesibles, bien por carecer de espacios suficientes para maniobrar, bien por tener una botonera no accesible, bien por no rotular la misma en Braile
En cuanto a los garajes, solamente en el 17,5% de la viviendas con garaje es posible acceder a la vivienda en condiciones de accesibilidad (sin escalones, con puertas accesibles, etc.)
Pasemos ahora a analizar la accesibilidad a las viviendas. El 55,9% de las viviendas muestreadas presentan un acceso adecuado (anchura, iluminación, pavimentos adecuados, etc).
En lo que respecta a la circulación por el interior de la vivienda, hay dos circunstancias que debemos valorar. Por un lado está el bajo cumplimiento de las anchuras mínimas que en los años en que se carecía de normativa sobre accesibilidad universal los anchos de los espacios para circular estaban entorno a 1 metro. El segundo punto a valorar es la existencia de peldaños en el interior de las viviendas. En este apartado es significativo el problema que se genera en las viviendas unifamiliares en las que existe una total inaccesibilidad para la circulación interior entre los diferentes niveles que la componen.
Y en este punto el diseño arquitectónico tiene mucho que decir. En los casos analizados en este informe, en ninguna vivienda se ha diseñado reserva de espacio para la instalación de ascensor o plataforma elevadora. Tampoco se contempla la instalación de un dormitorio con baño accesible en la planta que tiene acceso desde el exterior.
Finalmente el informe analiza la accesibilidad en las habitaciones y espacios habitables. En este apartado son los cuartos de baño los que presentan serios problemas de accesibilidad dadas generalmente sus escasas dimensiones y el hecho de que por ejemplo los platos de duchas no se encuentran al nivel del suelo (esto último es bastante común toda vez que la capa de regularización del forjado por donde se sitúan las tuberías de saneamiento, suele tener entre 6 y 8 cm, que es insuficiente para recoger el sifón del plato de la ducha, por lo que es necesario elevar el mismo).
¿Que conclusión sacamos de todo esto?
Pues la primera y principal es que estamos fallando en el primer eslabón de la cadena de accesibilidad universal, que es el del acceso.
La segunda consecuencia es que a nivel arquitectónico queda mucho trabajo por hacer. El parque de viviendas es muy antiguo y las accesibilidades conforme envejece la población aparecen como una necesidad.
La aplicación del CTE recientemente actualizado ( R.D. 173/2010) junto con la Ley 8/2013 ( rehabilitación, regeneración y renovación urbana) nos hace ser optimistas en cuanto al incremento de viviendas accesibles, tanto en lo que afecta a rehabilitaciones como a las de nueva planta.
Una consideración final. Cuando proyectamos una vivienda, como técnicos, el dotar a las mismas de accesibilidad debemos valorarlo como dotar a nuestro proyecto de un valor añadido y en consecuencia de una calidad superior. Desgraciadamente el mercado aún es muy resistente a “entender” este concepto, hay que “vender” el concepto de que una vivienda es para toda la vida y que la accesibilidad es un apartado imprescindible