La casa Colibrí, vistas sin caer en el cubo de cristal

Casa Colibrí, está ubicada en el apacible y encantador Valle de Bravo, donde el estudio Extracto ha tratado de integrarse al ambiente del lugar para lograr una armonía entre el interior y el exterior.

Rodeada por el borde natural de la laguna de Valle de Bravo (Estado de México) se levanta imponente esta casa dentro de la cuenca natural del río Balsas y formando parte de la hidroeléctrica Miguel Alemán.

Esta construcción destaca porque se desplanta en cantiléver sobre un terreno con 40 metros de desnivel y lo que le da una sensacional vista hacia la laguna. La estructura de la casa es un híbrido donde la base es de hormigón y la estructura volada (el cantiléver) es totalmente de acero. El techo de la casa es una losa aligerada, a base de vigas de madera y cubiertas con teja de barro.

Son más de 400 metros cuadrados de construcción, donde se ha buscado mediante formas simples y materiales de la zona como la madera de pino tratada y la piedra recuperada de la misma excavación del terreno, mimetizar la construcción con la naturaleza que le rodea.

Se accede a la planta baja por una escalera amplia y recta cuyo domo remata en L con un ventanal a doble altura.

Las cuatro recámaras de esta casa de fin de semana tienen una vista ininterrumpida hacia el lago. Cumpliendo así con la exigencia del cliente: “disfrutar de la vista en cada espacio de la casa”. Las habitaciones se encuentran justamente debajo de la terraza que a la vez funciona como una azotea verde y es un aislante térmico.

Los acabados son muy sencillos: maderas avejentadas de la zona, piedra recuperada de la misma excavación, pisos de piedra Recinto, aplanados de cemento y pintura.

Un lugar que invita a olvidarse de todo y descansar sin preocupaciones.